Los nuevos vinos blancos españoles
Como ya dijimos en el anterior artículo, no queríamos olvidar la trayectoria que están tomando los nuevos vinos blancos españoles, un reto en el camino que estoy seguro que llegaran alcanzar las mismas cotas que nuestros vinos tintos a nivel internacional.
Es de destacar que el consumo del vino blanco está aumentando en nuestro país, sobre todo en el consumidor más joven, y es más habitual ver las mesas con botellas de vinos blancos tanto de día como de noche, y probablemente porque su calidad, singularidad y elaboración lo está motivando, lo que está haciendo aumentar en volumen, valor y prestigio.
Históricamente, ha habido muchas zonas de moda con sus vinos blancos, nos hemos encontrado muchos reyes y la moda por zona de producción ha sido muy significativa. Tuvimos los vinos blancos del Penedés suaves, mediterráneos y fáciles de beber. Pasamos a los blancos andaluces con el vino blanco más vendido de España, Castillo San Diego, ligueros, de aromas sencillos, frescos, pero ideal para una gastronomía sencilla y rica. De estos vinos sencillos pasamos a los vinos blancos gallegos con su uva albariño como principal protagonista. Y ahora es la época de los Ruedas con su uva Verdejo como principal actor, aunque ya se intuye la nueva moda de los vinos blancos con la uva Godello, tanto del bierzo como de otras zonas como Valdeorras principalmente. ¿Desplazará la uva Godello a la verdejo en estas modas geográficas y varietales? Todas estas modas han convivido y conviven en la actualidad, pero siempre con un destacado consumo según las épocas de las zonas señaladas anteriormente.
Ahora desde hace tiempo se nota cada vez más la elaboración de vinos blancos por más bodegas, buscando nuevas variedades, recuperando variedades, trabajando el campo con conceptos nuevos, buscando viñas viejas y sobre todo con una nueva forma de elaborar que está aportando al panorama enológico español grandes vinos blancos. Esto es lo que más está delimitando los distintos tipos de vinos blancos más usuales en el mercado por su diferenciación de la uva utilizada o su manera de elaboración empleada.
Es así que nos encontramos con vinos monovarietales de uvas como Verdejo, Viura, Palomino, Airén, Garnacha Blanca, Tempranillo blanco, Albariño, Godello, Txakoli, Moscatel, Albillo, Macabeo, Xarelo, Parellada, Torrontés, Malvasía etc. que conviven con variedades foráneas muy bien adaptadas al terruño español como Chardonnay, Sauvignon Blanc, Viogner y Riesling principalmente.
En cuanto a su elaboración, hemos pasado de una elaboración básica y sencilla de la fermentación completa del mosto a combinaciones multifactoriales, como maceración sobre lías, envejecimiento en distintas maderas, fermentaciones en madera, maloláctica o no maloláctica, técnicas varias de crianza oxidativa, envejecimiento en botella etc.
Todo esto a dado lugar a pasar de vinos, sencillos, algo ácidos, sin complejidad aromática, fáciles de beber, sin ninguna chicha y que mal aguantaban el envejecimiento, a vinos con más cuerpo, aromáticamente intensos, complejos, grasos con más grado alcohólico y que aguantan un largo envejecimiento tanto en barrica como en botella.
Estos nuevos vinos blancos, como he dicho al principio, auguran grandes sorpresas y podemos afirmar que el boom de los grandes vinos blancos españoles ya ha llegado y podemos decir que el viejo dicho que España era un país de tintos ya no es correcto.