Variedad foránea de origen francés, concretamente de Burdeos, llegó a España por el Penedés en los años 60. Desde entonces fue extendiéndose por todo el país hasta llegar ha ser muy popular entre nuestras variedades. Es una de las más reconocidas a nivel mundial y se adapta excepcionalmente en gran cantidad de territorios, al igual que en la península Ibérica, hasta situarse como la uva Premium más plantada del
planeta.
Durante un tiempo en España los vinos no fueron de calidad si no llevaban uvas foráneas, hoy en cambio es todo lo contrario. Me congratula que nuestros vinos con el tiempo fueran alcanzando personalidad propia y con nuestras castas más originales.
Las cepas de Cabernet en España se sitúan muy habitualmente en la zona del Penedés, Ribera del Duero y Navarra.
Esta variedad de uva nace sobre el siglo XVII como un cruce entre la Cabernet Franc y la Sauvignon Blanc.
Sus racimos son muy pequeños y uniformes, de pedúnculo corto y poco lignificado.
Sus bayas de pequeño tamaño son profundamente azuladas, oscuras y de hollejo muy grueso. Duras y jugosas.
Sus cepas son muy vigorosas y de porte erguido. Resiste bien los fríos primaverales, aunque no evoluciona bien su maduración en las sequias marcadas.
Los vinos de esta uva suelen ser vinos de muy buena guarda, con rojos muy vivos y aromáticos… con recuerdos a fruta, flores y toques herbáceos. Son vinos que soportan muy bien la crianza en barrica por su buena estructura tánica y color estable. Así se logran vinos con textura y fineza muy agradables, con aromas a chocolate, tabaco, lápiz, grosella y en ocasiones a pimiento. Estos vinos se suelen encontrar en muchas ocasiones en coupage con Merlot y Syrah, buscando así más suavidad y redondez.