Creo en el cambio climático y no es algo nuevo, ni para mi, ni para nuestra era, si miramos atrás a lo largo de la historia ya hemos vivido varios cambios climáticos y tenemos que estar consientes que en verdad estamos viviendo o estamos en las puertas de otro cambio climático de la historia.
Yo creo firmemente que nos encontramos inmerso en un nuevo cambio climático que nos obliga a buscar zonas más altas y frescas, cambiar las técnicas y quizás buscar nuevas variedades que se adapten mejor a estos cambios climáticos.
Con todo este panorama surgen dos preguntas muy claras que nos gustaría darlerespuesta para que sepas hasta que punto este cambio puede afectar a nuestros vinos y viticultura, en definitiva:
¿Por que las viñas en altura o montaña cada vez más están tomando tanto protagonismo entre los viticultores y bodegas?
Tendremos un cambio que nos traerá falta de agua y aumento de las temperaturas como incidencias principales entre otras, esto nos obliga a ir en busca de temperaturas más livianas que nos da la altura y el ambiente montañoso.
Buscamos más agua, ambientes más sanos en una atmosfera menos cargada y más limpia. Buscamos suelos ideales para las distintas variedades como suelos pobres, pedregosos, calizos y suficientemente arcillosos. Buscamos suelos autoregulables y ricos en materia orgánica. Buscamos contraste de temperaturas, no solo entre la noche y el día, sino que las estaciones estén lo suficientemente marcadas en su época.
Como resultado podemos tener racimos pequeños y compactos, de grano pequeño con poca pulpa, piel gruesa y de mucho color.
Esto nos lleva a que la subida de las temperaturas es más lenta, la maduración del grano es más larga (Lenta), menos intensa (Suave), más tardía y su maduración fenólica es mejor, más continuada y constante.
También como resultado de la mayor incidencia del aire en las alturas obtendremos viñedos más sanos y menos amenazados por las enfermedades que acostumbran afectar a la viña.
Y la siguiente pregunta cae sola,
¿Como afecta este cambio climático y de altura a nuestros vinos?
Como consecuencia de lo anteriormente dicho estas características nos darán vinos con mayor frescura, más fluidos, con más acidez y un potencial de guarda o envejecimiento mucho mayor.
Nos encontraremos con vinos con un potencial aromático más potente y nítido ayudando a potenciar sus sabores y dar viveza a su color.
Por todo lo dicho, tengo que confesar que siempre me gusto la viña vieja y las viñas en altura, las dos cosas mezclada es un potencial de éxito, si además le sumamos otras características típicas de los grandes terruños, como climatológicos, composición del suelo, orientación y maestría humana tendremos algo único como ocurre en la mayoría de los viñedos viejos españoles.